LAS NUEVAS AULAS

Sé que muchos de vosotros seréis de los que pensaréis "es que los maestros viven muy bien", "es que los maestros tienen muchas vacaciones",... Yo, como maestra, no le doy mucha a importancia a esos comentarios, lo único que suelo responder es "la facultad de educación está ahí para el que lo desee". Pero da igual, somos unos privilegiados. Cierto es que tenemos uno de los llamados "trabajos privilegiados".

Cuando apruebas la oposición, como cualquier otra, tienes la vida resuelta. Trabajo fijo, sueldo fijo, estabilidad al fin y al cabo. También es verdad que corren malos tiempos y ahora muchos ojos están puestos en nosotros y muchos dedos nos señalan. Nos toca apechugar. Vale, se apechuga. No somos hipócritas, hay que colaborar y, de hecho, ya nos han tocado el sueldo en varias ocasiones. Se acepta. Además, nos han ampliado el horario en 2 horas más. Eso sí, en esas 2 horas no hacemos nada en el centro. Por lo tanto, sabemos que esas nos las han puesto para "callar bocas". Sí, las bocas de aquellos que dicen "qué bien viven los maestros" y "es que los maestros tienen muchas vacaciones". Digo que no sirven de nada porque en esas 2 horas no estamos con alumnos, por lo tanto no se ahorran nada, ni interinos, ni por lo tanto, dinero.

Pero bueno, lo aceptamos, que remedio. Pero a esto, ahora se le suma algo que sí me preocupa realmente. Las últimas noticias dicen que quieren aumentar la ratio de alumnos por aula. ¡30! Muchos diréis que toda la vida los maestros han tenido esa cantidad, (y hasta 40), de niños por clase. Es cierto, cuando yo estudiaba éramos 30. ¿Pero sabéis que pasa? Los niños de ahora no son los de antes. Mejor dicho, la mayoría (no quiero generalizar) de los padres de ahora no son cómo los de antes. Ahora el tener 25 niños en clase es luchar contra 50, porque los padres no están de nuestra parte. Los niños de hoy en día están demasiado protegidos, no son para nada autónomos e independientes y, sobre todo, están demasiado expuestos a medios corrosivos como la televisión y las tecnologías. No respetan nada ni a nadie y rápidamente te sueltan un "cómo me digas o me hagas.... te denuncio". Se lo dicen hasta sus propios padres, ¿no nos lo van a decir a nosotros?

Y ya ni qué decir tiene cómo está la situación en los institutos. Ellos sabrán lo que viven en esas aulas.

Es una profesión maravillosa. Formamos personas, transmitimos conocimientos. Pero en muchas ocasiones la realidad es que nos estrellamos contra un muro. En mi experiencia he visto de todo, también hay casos que son todo lo contrario.

Lo que quiero decir con todo este rollo, es que el aumentar el número de niños por aula va a deteriorar la calidad en la educación. Hoy en día, lo que necesitamos es todo lo contrario, más gente, más ayuda. Hay muchísimos niños con problemas, sobre todo, con déficit de atención. No están centrados y no saben cuáles son sus responsabilidades. 

Tenemos que tener claro que ellos son el futuro... nuestro futuro, y eso conlleva una responsabilidad por nuestra parte.

Y todavía decía el ministro el otro día refiriéndose a los funcionarios que "menos leer el periódico y menos descansos...". A él le querría ver yo metido en un aula dando clase sin tener ni un minuto de descanso. 

A pesar de lo dicho quiero que quede claro que adoro mi profesión, que me siento muy orgullosa de la labor que desempeño y que además, me ayuda a aprender más cada día. Sé que nací para ésto.

Las nuevas aulas

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PD: Quiero dejar claro que no me inclino por ningún color político en particular, de hecho, no me siento identificada con ninguno de ellos. Cuando hago referencia al Ministro de Educación, si hubiera sido otro, hubiera pensado lo mismo.